top of page
Buscar

Sanarnos para Amar de Verdad

A veces creemos que amar es suficiente.Pero el amor, cuando no ha sido sanado, puede venir cargado de miedo, control, exigencia, ansiedad.Y entonces, sin querer, sin maldad, repetimos los mismos patrones que nos hicieron daño.


La mayoría de nosotros no fuimos criados con maldad.Nuestros padres lo hicieron lo mejor que pudieron.Pero muchos crecimos rodeados de frases como:“Otra vez lo hiciste mal.”“¿Por qué no puedes hacer las cosas bien?”“Siempre igual.”Y esas palabras se volvieron creencias.Y esas creencias se volvieron identidad.


Cuando no sanamos, transmitimos.Aunque no lo deseemos, lo que no se sana se repite: en la pareja, en los hijos, en la vida.


Por eso, el verdadero trabajo no empieza con el otro.Empieza dentro.En reconocer nuestras heridas.En escuchar esas voces internas que aún nos dicen: “No eres suficiente”, “Ten cuidado”, “No lo vas a lograr.”


Sanar no es solo mirar el pasado. Es elegir un presente diferente. Es abrir un espacio interior donde podamos amar desde la conciencia, no desde la herida.Desde la paz, no desde la protección.Desde la confianza, no desde el miedo.


Y cuando hacemos ese trabajo, algo cambia:Ya no necesitamos corregir tanto.Empezamos a ver al otro.Y desde esa mirada limpia, desde ese corazón más libre, nuestros hijos y nuestras parejas pueden sentirse vistos, amados, sostenidos.


La crianza y el amor en pareja no se tratan solo de comportamientos. Se tratan de energía, de presencia, de quién soy cuando estoy con el otro.Y si lo que soy es alguien en proceso de sanación, con humildad y amor, entonces eso también se transmite.


Sanarse no es egoísta. Es el mayor acto de amor que podemos ofrecerle a quienes amamos.


Por Katiana

 
 
 

Comments


bottom of page