Cuando el Ser Interior y el Ser Exterior Comienzan a Hablar
- Katiana Cordoba
- 12 jun
- 3 Min. de lectura

Vivimos, aunque no siempre lo sepamos, con dos versiones de nosotros mismos.
Una habita en silencio, en lo más profundo: observa, siente, no necesita explicar. Es el ser interior — la raíz de lo que somos, antes de todo personaje, antes del mundo.
La otra se mueve en la superficie, actúa, responde, busca aprobación, construye un lugar donde ser aceptada. Es el ser exterior — moldeado por miradas, normas, expectativas, y recuerdos.
Ambos conviven. Pero pocas veces se miran.Y casi nunca... se hablan.
🌗 Dos voces, una sola alma
El ser interior es lo que algunos llaman alma, esencia, o presencia. No compite, no se justifica, no necesita ser validado. Simplemente es. Es quien somos cuando no necesitamos agradar.
El ser exterior no es falso. Es aprendido. Ha memorizado los gestos que funcionan, las frases que evitan conflicto, las posturas que “quedan bien”.
No es el enemigo. Es el mensajero que ha hecho lo posible para que podamos sobrevivir, pertenecer, ser reconocidos.
Pero cuando actúa desconectado del corazón, se agota.Y la vida se vuelve… vacía.
El camino hacia la autenticidad no comienza eliminando un lado.Comienza cuando los dos se reconocen y se escuchan.
¿Qué pasaría si comenzaran a dialogar?
Algo extraordinario sucede cuando el ser interior, con su calma, se inclina hacia el ser exterior y le dice:
“Te veo. Te entiendo. No quiero que desaparezcas. Solo quiero que volvamos a casa.”
El ser exterior —cansado de actuar, de fingir fortaleza— por fin puede descansar.
Y desde esa reconciliación, nace algo nuevo:una voz unificada, honesta, poderosa y simple.
Preguntas que sanan
Para que este encuentro ocurra, no hace falta gritar. Hace falta preguntar con amor.
🌱 Lo que el ser interior puede preguntarle al exterior:
¿Qué estás tratando de proteger?¿A qué le temes cuando finges o te adaptas?
¿Qué has aprendido del mundo que yo aún no veo?¿Qué patrones, heridas o reglas has tenido que memorizar para sobrevivir?
¿Estás cansado?¿Te gustaría soltar, aunque sea por un momento, ese disfraz?
🌼 Lo que el ser exterior puede preguntarle al interior:
¿Esto que hago refleja quiénes somos de verdad?¿O estoy actuando para cumplir con expectativas?
¿Puedo confiar en tu voz silenciosa, aunque no sea la más ruidosa?
¿Cómo se siente esto en tu mundo interior?Si nadie estuviera mirando, ¿harías lo mismo?
El camino hacia la integración
Cuando ambas partes comienzan a escucharse con respeto, nace una nueva manera de estar en el mundo:
El ser interior aporta verdad, claridad, dirección.
El ser exterior aporta habilidad, forma, expresión.
Ya no hay lucha entre lo que siento y lo que muestro.Ya no hay dos yos, sólo uno que se atreve a ser completo.
🪞 Un ritual: “El Espejo y la Voz”
Aquí tienes una práctica sencilla para reconectar contigo cuando sientas que estás actuando desde una máscara o un deber:
1. Pausa y respira
Cierra los ojos. Respira profundo.Pregunta: “¿Estoy actuando desde mi centro o desde el miedo?”
2. Escucha a ambas voces
Imagina que el ser exterior se sienta frente a ti y dice:
“Hago lo que puedo. A veces tengo miedo. Solo quiero protegernos.”
Y que el ser interior responde:
“Gracias. No estás solo. Podemos hacerlo juntos.”
3. Elige actuar desde la unión
Abre los ojos y repite:
“Actuaré ahora como uno solo. No dejaré atrás ninguna parte de mí.Seré yo, completo.”
🌺 No tienes que elegir entre ser profundo o funcional
Puedes ser quien siente con honestidady también quien responde con claridad.
Puedes vivir con los pies en la tierra y el alma en el cielo — sin dividirte por dentro.
Esto no es el final de tu búsqueda espiritual. Es el comienzo de una vida encarnada, donde la sabiduría interior se convierte en palabra, mirada, gesto, y acción.
“El privilegio de toda una vida es llegar a ser quien realmente eres.”— Carl Jung
Y ese privilegio te está esperando ahora. Aquí. En este instante.
Por Katiana
Comments