Muchas personas en el camino del autoconocimiento se hacen las mismas preguntas:
¿Soy realmente el creador de mi realidad?¿Por qué siento que no funciona?¿Por qué es tan difícil manifestar lo que deseo?
Y en el fondo de estas preguntas surge otra aún más profunda: ¿Realmente tenemos libre albedrío o simplemente seguimos un guion preestablecido?

La respuesta no es sencilla. No es un simple sí o no, porque estamos profundamente condicionados por patrones inconscientes. Por el simple hecho de haber nacido en cierta familia y cultura, desde el momento en que llegamos a este mundo, traemos con nosotros una especie de borrador de vida, un mapa de experiencias, lecciones y desafíos que nos marcan. Nuestras heridas, miedos e incluso nuestras fortalezas ya están presentes, impresas en nuestra alma por experiencias pasadas, la memoria ancestral y huellas espirituales más profundas.
Por eso, cuando hablamos de creación, primero debemos preguntarnos: ¿quién está creando realmente?
Si estamos inconscientes—perdidos en heridas del pasado, reacciones automáticas y condicionamientos sociales—entonces nuestro libre albedrío es una ilusión.
La mayoría de las personas no tienen verdadero libre albedrío porque no son plenamente conscientes de las fuerzas que están moldeando sus decisiones.
No saben que no saben.
Viven en un estado de sueño, reaccionando en lugar de eligiendo, repitiendo patrones que no han elegido conscientemente. Y cuando intentan “crear” su realidad, a menudo no funciona.
"Intenté la Ley de Atracción, pero no funciona.""Repito afirmaciones, pero nada cambia.""Visualizo mi vida ideal, pero nunca llega."
¿Por qué sucede esto? Porque la creación no ocurre a través de la fuerza o el control. Ocurre a través de la conciencia y la integración.
La Ilusión del Control vs. El Poder de la Presencia
Mucha gente cree que crear significa controlar la realidad, hacer que las cosas pasen a la fuerza. Pero esta idea es una ilusión.
La verdadera creación no nace del control, sino de la conciencia. No se trata de imponer cambios, sino de estar plenamente presente con lo que ya es.
Sanar y crear van de la mano. Para sanar, debemos traer al presente todas nuestras heridas y fragmentos de nosotros mismos que han quedado atrapados en el pasado. Solo en el ahora tenemos el poder de transformarlos.
Cuando integramos lo que estaba oculto en el inconsciente, deja de controlarnos. En lugar de ser esclavos de nuestras sombras, las iluminamos y las transformamos.
Imagina que miras un espejo cubierto de polvo. Ese polvo son las ilusiones, las heridas del pasado, las creencias impuestas por la sociedad y los miedos inconscientes. Si el espejo está sucio, no podemos vernos claramente. Y si no podemos vernos, ¿cómo podríamos crear con claridad?
El acto de observar, de ver con honestidad lo que es, ya comienza a cambiar la realidad. Cuando vemos algo por lo que realmente es, le damos luz. Y a través de esa luz, lo transformamos.
Por Qué Muchas Personas No Logran Crear
La mayoría de las cosas que creemos ciertas en realidad no lo son.
Hemos sido condicionados por la sociedad, por la familia, por expectativas que nos dicen cómo deberíamos ser. Con el tiempo, estas influencias externas nos cubren con máscaras que nos alejan de nuestra esencia. En lugar de vivir como quienes realmente somos, terminamos interpretando un papel.
Por eso muchas personas fallan al intentar manifestar su realidad. Se les dice: “Solo tienes que creer”, pero no pueden. No porque no lo intenten, sino porque su mente inconsciente está programada para creer lo contrario.
Su pensamiento consciente dice: “Soy abundante”, pero una voz oculta en su interior susurra: “No soy suficiente”.
Y en ese duelo entre la mente consciente y la inconsciente, siempre gana el inconsciente.
Para poder crear de verdad, primero hay que sanar. Hay que traer al consciente lo que está oculto en la sombra—no para rechazarlo, sino para verlo, comprenderlo e integrarlo.
El Regreso a la Plenitud
La verdadera libertad llega a través del autoconocimiento y la conexión con lo divino.
San Agustín decía que la inconsciencia surge de la separación de Dios. En esa separación, olvidamos quiénes somos. Pero cuando regresamos a la conciencia, cuando recordamos, sanamos.
Sanar significa reunir las partes de nosotros que estaban separadas. Significa ver más allá de las ilusiones, descubrir la verdad y entregarnos a ella. No se trata de borrar el pasado, sino de integrarlo.
Cuando dejamos de interpretar un papel y empezamos a vivir desde nuestra esencia, nos convertimos en creadores conscientes.
La Creación Sucede en el Presente
Crear no es algo que pasa en el futuro. No se trata de forzar nada ni de intentar controlar la vida.
La creación sucede ahora.
Cuando vemos la realidad tal como es, cuando limpiamos el espejo, cuando integramos nuestras partes fragmentadas, empezamos a crear desde un lugar auténtico.
Esto no es magia, es el resultado natural de la conciencia.
Si estamos inconscientes, creamos desde nuestras heridas y seguimos atrayendo experiencias que reflejan nuestro dolor. Pero cuando despertamos, creamos desde la claridad y nuestra vida comienza a reflejar nuestra verdadera esencia.
Ese es el camino. Ese es el proceso de sanación. Esa es la verdadera libertad.
Y así es como nos convertimos en los creadores de nuestra propia vida.
Katiana
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