Abrazar la sombra: el arte de sanar sosteniéndose a una misma

Dale espacio a tus emociones, en amor

Hay momentos en el camino del alma en que una sensación pesada se asoma. No es un dolor agudo, ni una crisis evidente. Es más bien un susurro.Un malestar sutil que emerge sin nombre… pero con presencia.

Y muchas veces, intentamos distraernos: hablar con alguien, poner música, hacer algo productivo.

Pero no todo lo que sentimos necesita ser aliviado.Algunas cosas necesitan ser miradas.

Ahí comienza el trabajo con la sombra (shadow work).Un viaje interior hacia las partes de ti que han sido negadas, reprimidas o silenciadas.

¿Qué es el trabajo con la sombra?

Es un camino de sanación emocional profunda. El trabajo con la sombra consiste en reconocer y abrazar aquellos aspectos internos que quedaron en la oscuridad: emociones que evitamos, recuerdos que duelen, partes nuestras que aprendimos a esconder.

La sombra no es un castigo. Es una guía compasiva que nos conduce hacia lo que aún necesita ser amado.

Y muchas veces, esa sombra es nuestra niña interior: la parte sensible, intensa, pura, que aún espera ser vista.

Una revelación desde lo divino

En un momento de silencio profundo, escuché claramente una verdad:

“Así como anhelas Mi amor en tus momentos oscuros… hay una parte de ti que anhela tu propia presencia.”

Y comprendí:🌿 Yo soy la presencia que esa parte espera.🌿 Yo soy el amor, la ternura, el consuelo.🌿 Yo soy quien puede sostenerse a sí misma en medio del dolor.

Amar en lugar de resistir

Durante años, nos enseñaron a no sentir tanto.Pero lo que no se siente, no desaparece. Se guarda en el cuerpo, en la respiración, en los gestos.

Hoy, elijo decirme:

“Tienes permiso para sentir. Puedes llorar, extrañar, recordar, soltar. No estás rota. Estás volviendo a ti.”

Y en ese acto, dejo de abandonarme. Me abrazo. Me recibo. Me sano.

Porque ya no tengo miedo de mirar hacia dentro.He descubierto que la luz no está en evitar la sombra… sino en abrazarla con conciencia.

Una oración para tu camino

Si estás leyendo esto en un momento sensible, recibe esta oración como un regalo:

“Abrazo cada parte de mí.Le doy espacio a la sombra, al silencio, al sentir.Regreso a mí con amor. Soy el abrazo que tanto esperé. Soy el remedio. Soy la luz que no niega la sombra, sino que la transforma.”

No estás sola.Lo Divino camina contigo—en las raíces, en la respiración, en el susurro.Y yo también.